miércoles, 19 de julio de 2017

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Científico de Harvard: “Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional”
Agencias/ Redacción Web

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Panorama

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Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples. ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo entre ellos el Premio Príncipe de Asturias. Lo entrevistó el diario La Vanguardia de España sobre sus teorías y sus concluyentes planteamientos invitan a la reflexión
“Aprender es el único antídoto contra la vejez y yo lo tomo cada día en Harvard con mis alumnos. Es tonto clasificar a los humanos en listos y tontos, porque cada uno de nosotros es único e inclasificable”, sostiene.
¿Por qué cuestiona que la inteligencia es lo que miden los tests?
Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario.
¿Y si hay personas diversas es porque también tiene que haber diversos talentos?
Por eso he dedicado 400 páginas a describir siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.
¿Y por qué no muchas más: la culinaria o la mística o la teatral o la ecológica?
Porque no cumplen los requisitos que sí cumplen esas. Y espero acabar demostrando que además hay una inteligencia naturalista, otra pedagógica y otra existencial para plantearnos preguntas trascendentes. Pero no más.
Hoy los colegios ya plantean sus programas según esas inteligencias múltiples.
Y yo no me dirigía a los pedagogos, pero fueron ellos los primeros que adoptaron mis teorías.
Tipos de inteligencia
Hay siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.
¿Por qué?
Porque comprobaban cada día en las aulas que las categorías de tonto o listo no cubren la diversidad del talento humano. Y, por tanto, que los tests de inteligencia no miden realmente nuestras capacidades, sino sólo la de resolverlos.
Su teoría, además, era cómoda para consolar a niños con malas notas y a sus papás.
Se abusó de ella al principio porque no se comprendió bien. En Australia, la administración la manipuló para explicar que había grupos étnicos que tenían inteligencias diferentes de otros.
¡Qué peligro!
En ese punto, empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.
Esa ya es una pregunta filosófica.
Pero yo soy un científico e inicié un experimento en Harvard, el Goodwork Project, para el que entrevisté a más de 1.200 individuos.
¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?
Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes.
A mí se me ocurren algunas excepciones...
Lo que hemos comprobado es que los mejores profesionales son siempre E CE: excelentes, comprometidos y éticos .
¿No puedes ser excelente como profesional pero un mal bicho como persona?
No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética.
Para hacerte rico, a menudo estorba.
Pero sin principios éticos puedes llegar a ser rico, sí, o técnicamente bueno, pero no excelente.
Resulta tranquilizador saberlo.
Hoy no tanto, porque también hemos descubierto que los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar la carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito.
“Señor, hazme casto, pero no ahora”.
Como san Agustín, en efecto. Otra mirada estrecha lleva a estudiantes y profesionales comodones a ser lo que consideramos inerciales, es decir, a dejarse llevar por la inercia social e ir a la universidad, porque es lo que toca tras la secundaria; y a trabajar, porque es lo que toca tras la universidad..., pero sin darlo todo nunca.
Sin ilusión, la vida se queda en obligación.
Y otros son transaccional es: en clase cumplen lo mínimo y sólo estudian por el título; y después en su trabajo cumplen lo justo por el sueldo, pero sin interesarse de verdad limitan su interés y dedicación. Y son mediocres en todo.
¿No descubren algún día de su vida algo que les interese realmente?
Algunos no, y es uno de los motivos de las grandes crisis de la madurez, cuando se dan cuenta de que no hay una segunda juventud. Otra causa es la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento...
¡Qué alegría! Alguien las cree necesarias...
Puedes vivir sin filosofía, pero peor. En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones.
¿Por qué?
Porque las ingenierías y estudios tecnológicos acaban dándote una sensación de control sobre tu vida en el fondo irreal: sólo te concentras en lo que tiene solución y en las preguntas con respuesta. Y durante años las hallas. Pero, cuando con la madurez descubres que en realidad es imposible controlarlo todo, te desorientas.
¿En qué país influyó más su teoría de las inteligencias múltiples?
En China editaron cientos de títulos sobre inteligencias, pero las entendieron a su modo: querían que su hijo único fuera el mejor en todas.
Pues no se trata exactamente de eso.
Cada sociedad y persona entiende lo que quiere entender. Cuanto mayor te haces, más difícil es adaptar tu vida a un descubrimiento y más fácil adaptar el descubrimiento a lo que ya creías que era la vida. Por eso, voy a clase a desaprender de mí y aprender de los jóvenes.

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¿Cómo sancionar a un colaborador sin humillarlo?

¿Cómo sancionar a un colaborador sin humillarlo?
¿Conoces en tu empresa algún directivo que disfrute criticando, sancionando o reprendiendo a un trabajador?

¿En tu empresa existen más reglas para sancionar y castigar errores que para reconocer el buen trabajo?

¿Conoces en tu empresa a trabajadores que se sienten desmoralizados por el efecto de una sanción o reprimenda?

Hoy quiero compartir contigo algunos aprendizajes y consejos que he recibido y utilizado, a lo largo de mi carrera profesional como directivo de RRHH, en la difícil, incómoda pero inevitable tarea de sancionar a nuestros colaboradores.


Si alguna de las respuestas a estas tres interrogantes es SI, te aseguro que el área de RRHH tiene muchas oportunidades de mejoras en el tema de Disciplina Laboral.

Pero tranquilo, es más común de lo que uno imagina.

He conocido directivos que disfrutaban criticando a las personas, pero sobre todo humillándolas, incluso delante de sus compañeros de trabajo.

No descubro nada diciéndote que eso es nefasto, pero que también es común, aunque no generalizado. Me explico, casi siempre en una empresa hay uno o dos directivos o mandos medios con estas características, observa bien y los podrás identificar.

Los malos comportamientos se deben criticar y combatir, pero nunca denigrando a las personas. Debes evitar las burlas malsanas y sobre todo, aquellas delante de otros.

Por suerte también he tenido buenos jefes, que no solo me criticaron duramente, algunos malos comportamientos, sino que lo hicieron de una forma adecuada e incluso llegaron hasta olvidarlos con el tiempo. ¿Para qué tanto rencor o resentimiento acumulado?, me decían.

No quiero desilusionarte ni engañarte, pero no he conocido en estos últimos 20 años, a un solo directivo o mando medio que no haya cometido errores a la hora sancionar, amonestar, reprender o castigar a alguno de sus colaboradores.

Pero aprendiendo de esos errores y de las buenas prácticas de otros, adaptándolas a tu contexto y cultura particular, podrías convertirte en un directivo más justo y más humano, a la hora de sancionar a algún miembro de tu equipo.


  1. Critica los malos comportamientos, pero no a las personas.

  • Primeramente es necesario separar los malos comportamientos de la persona que los comete.
  • Nos cuesta trabajo, porque enseguida pensamos en la medida disciplinaria que vamos a aplicar y creemos que es necesario valorar a la persona.
  • Esto puede ser cierto y hasta justo, pero las reglas deben aplicar para todos, aunque las sanciones pudieran ser muy diferentes en cada caso
  • Tanto las personas más problemáticas y difíciles de gestionar, como las más brillantes con excelentes resultados, pueden mostrar o presentar comportamientos muy malos, que van en contra de todas las normas éticas y de conducta que tiene implementada tu empresa y eso es sancionable o al menos reprochable.
  • Pueden faltar el respeto, pueden tener problemas de inasistencia o impuntualidades, pueden cometer errores garrafales en su trabajo diario que pongan en peligro la continuidad de la empresa, pero estos son los comportamientos que precisamente hay que atacar, en los que hay centrar toda la atención, no en la persona por ser brillante o por ser difícil.
  • Si criticas a las personas (muy fácil por demás) lo estás predisponiendo a mejoras futuras.
  • No olvides que la persona que se equivoca, es un ser humano, ataca solo sus malos comportamientos. El objetivo es corregir sus malos comportamientos, no su personalidad.

  1. Asegúrate que tu colaborador infractor, reconozca su error o falta.

  • Esta es una de las claves principales y donde debes hacer mayor énfasis.
  • Lograr que tu colaborador infractor, reconozca su error o falta significa, que entienda cabalmente su error y las consecuencias de sus actos.
  • Recuerdo una de las primeras amonestaciones que me hicieron como directivo, mi reacción innata fue echarle la culpa a un profesional de otra área. Un poco inmaduro de mi parte, pero realmente lo veía de esa manera, mi resultado final dependía de su colaboración y nunca se dio. Me costó entender mi error en no encontrar las vías adecuadas para lograr esa colaboración.
  • Pero mi jefe tuvo paciencia y mucho tacto en nuestra conversación y felizmente aprendí la lección.
  • La opinión personal del sancionado es muy importante, por lo tanto pídesela.
  1. Identifica con tu colaborador las posibles causas de ese mal comportamiento.

  • Una vez que te reúnes con la persona que presenta un comportamiento inadecuado, le pides sus criterios sobre las causas o las razones por las que él considera que obró de esa manera.
  • Házle saber, que tanto tú por ser su jefe inmediato como la Empresa, esperan sinceramente un cambio en su comportamiento futuro y que les interesa muchísimo poderlo ayudar, a través de un plan conjunto de acciones o iniciativas y después valorar su progreso o cumplimiento.

  1. Mantén una comunicación adecuada.

  • No trates de humillar al trabajador, con frases despectivas, ni siquiera por aquellos pequeños defectos y no olvides que acosar a un trabajador en la presencia de otros compañeros de trabajo, en muchos países, podría ser considerado acoso laboral, con las implicaciones legales que esto supondría para el jefe inmediato y para tu empresa.
  • Hay muchas formas de decir las cosas. Y decirlas sin molestar, sin herir, sin ofender, sin amenazar y sin humillar, siempre es posible. Es increíble  la cantidad de personas que solo recuerdan el maltrato o la mala forma conque fueron tratados.
  • Mantén un trato adecuado, calmado, con un tono de voz bajo, modera tus gestos, jamás se te ocurra gritar. En el momento que grites, la situación se te va de la mano y va a ser muy difícil retomar el control y sobre todo la confianza.
  • Créeme, me ha pasado con dos personas muy difíciles de gestionar y lo que he podido hacer en ambas ocasiones, es posponer la conversación, comenzar de nuevo en otro momento pidiendo disculpasy seguir la discusión en tonos más suaves.
  • No saques trapitos sucios de antaño. Eso es fatal y no vinculante.


  1. Utiliza los espacios y los momentos adecuados

  • Utiliza las reuniones grupales ante problemas comunes del equipo, pero despersonalizando los problemas y/o encuentros individuales o privados para llamar la atención o sancionar un mal comportamiento.
  • No amenaces constantemente con lo que se va hacer con un trabajador, cuando cometa alguna infracción, es necesario aplicar las medidas en el momento oportuno.
  • Lo importante es atacar el problema sin dilación, no esperes que se resolverá por sí solo, si lo pospones indefinidamente en el tiempo, se agranda el problema y se achica la solución.
  1. Aplica sanciones ajustadas a los hechos, comportamientos y a la historia del trabajador.

  • En este momento sí es importante tener en cuenta, qué tipo de personas comete la infracción.
  • No debes apurarte, precipitarte en aplicar una sanción laboral. Debes tener en cuenta la gravedad de los hechos, el contexto, algunas atenuantes relacionadas con la situación que este atravesando en ese momento el trabajador infractor, su historial en la empresa.
  • Tal vez una llamada de atención sea suficiente para un trabajador que nunca haya tenido problemas de disciplina o de incumplimientos o tal vez haya que prescindir de un trabajador para siempre, en otros casos.
  • Importante: Nunca violar lo que está escrito en los Convenios Colectivos o Reglamentos Disciplinarios.

  1. Estimula el mejoramiento del comportamiento.

  • Es importante estimular el mejoramiento del mal comportamiento.
  • Si le explicas el comportamiento no deseado y no le refuerzas lo que hay que hacer o lo que puede hacer para cambiarlo, perderá mucha fuerza el objetivo de la sanción.
  • Si hubo evaluaciones anteriores del desempeño paternalistas, alejadas de la realidad, te será un poco más difícil convencerlo, pero no imposible.
  • Escoge muy bien las palabras de ánimo, frases motivadoras y sinceras de cara al mejoramiento en el futuro.

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¿Te molesta un defecto del otro y no sabes cómo decírselo?

Dani_vr / Flickr / CC
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4 pasos para hablar de cuestiones incómodas sin llegar a enojarse. Verás qué cambios tan positivos obtienes en el amigo

Ellen se sentó en un banco y esperó a que llegara su amiga. Pasaron 25 minutos, y ella empezó a sentir que la rabia y la frustración aumentaban a cada minuto. Esta no es la primera vez que Verónica llega tarde. Y siempre ha sido así: ella suele llegar de 20 a 30 minutos atrasada, pero en lugar de disculparse, simplemente sonríe y dice que estuvo ocupada.
Ellen comenzó a sentir resentimiento con la actitud de Verónica. Esos 20 minutos a ella le importaban, pero no sabía qué decir. De ninguna forma ella le diría a Verónica que su comportamiento la estaba incomodando. Generalmente, se queda callada y oculta su rabia. 
Estoy segura de que la historia de Ellen resulta familiar. A veces, nuestros seres queridos, compañeros de trabajo o jefes se comportan de una forma que nos hace sentir heridos o enojados, pero no sabemos cómo decírselo. Esas conversaciones son difíciles porque pueden desencadenar fuertes emociones y llevar a una o a ambas personas a decir cosas de las que se pueden arrepentir más tarde.
Existe una manera de lidiar con estas difíciles conversaciones sin caer en los tipos de generalizaciones o acusaciones que perjudican las relaciones. La próxima vez que tengas que lidiar con problemas incómodos con las personas, intenta seguir este patrón de cuatro pasos: 1 ) hechos, 2) sentimientos, 3) expectativas y 4) consecuencias.

Céntrate en los hechos

Cuando quieras decirle a alguien que su comportamiento es perjudicial,céntrate en los hechos. Sé específico y evita las generalizaciones(es decir, el siempre o nunca).
En lugar de decir “Siempre llegas retrasado”, o “Nunca llegas a tiempo”, opta por decir “En el último mes, has llegado cinco veces con retraso”, o “Has llegado retrasado a cuatro de las cinco reuniones que hemos tenido”.
Centrarse en los hechos nos ayuda a mantener las especificidades y evitar juicios injustos.

Dile cómo te hace sentir su comportamiento

Necesitas decirle a la persona cómo te sientes con sus acciones. Puedes decir que ese comportamiento te hace sentir herido o que te sientes ofendido o con rabia. Es importante que formules la frase usando “yo”, y no “tú”.
Por ejemplo, “me enojo cuando llegas tarde a nuestras reuniones”, o “me incomoda cuando no respetas mi tiempo”.

Expresa tus expectativas

El siguiente paso es decirle a las personas tus expectativas –específicamente qué cambios esperas. En caso de un retraso constante, podrías decir “llega a tiempo la próxima vez”, o “por favor, avísame si te vas a retrasar”. Sé realista y pide cosas que la otra persona pueda hacer.
Decir cosas como “yo no quiero que te atrases nuevamente”, o “la próxima vez tú me esperarás a mí” no es la mejor forma. Nadie puede prometerte que nunca se retrasará; eso no es realista. Y la segunda frase parece que estás intentando vengarte.

Explica las consecuencias

Finalmente, comunica las consecuencias, qué es lo que sucederá si la otra persona no cambia su comportamiento. Las consecuencias no son una amenaza. Sólo información. Por ejemplo: si la otra persona se retrasa, tú esperarás sólo cinco minutos y luego te irás.

Resumiendo

Entonces, en lugar de soportar silenciosamente el retraso crónico de Verónica y luego explorar, Ellen podría decir algo así:
(Hechos) “Verónica, esta es la quinta vez que nos vemos este año, y es la cuarta vez que llegas con más de 25 minutos de retraso”.
(Sentimientos) “Me irrita cuando llegas tarde y actúas como si no fuera un gran qué. Me siento poco respetada”.
(Expectativas) “Por favor, planea tu día para que puedas llegar a tiempo a la próxima reunión”.
(Consecuencias) “La próxima vez voy a esperar cinco minutos y luego me iré”.

martes, 18 de julio de 2017

LISTA DE PARTICIPANTES

1 6261604 ALFONZO CARBALLO JOSMAR HORTENSIA
 2 14758133 NAZZAR CAMACHO JHON JAIRO
 3 15615304 CASANOVA SEIJAS SHANTALL ALEJANDRA
 4 15838606 ISTURIZ SUAREZ ARACELIS DE LA CHIQUINQUIRA
 5 16021701 Cabrera Garcia Yuslenys del Valle
 6 16246437 BERNAL MARIA VICTORIA
 7 16525745 SOJO AGUILERA JUANA CAROLINA
 8 16775542 FORTIS ARIAS VICTOR RAUL
 9 17438058 DELGADO LARA MORELBY JOSEFINA
 10 18040869 LEDEZMA PALACIOS DARYELITH
 11 18364421 MONTILLA BORGES JESSICA MAIRIM
 12 18485749 rojas calderon michael anderson
 13 18708195 GALVIS ANAYA MARIA ALEJANDRA
 14 19294776 PEREZ CHACON JOSE ALEJANDRO
 15 19395667 OJEDA HERNANDEZ FABIAN
 16 19453410 ESPINOZA GONZALEZ JOSE GABRIEL
 17 19634330 GUANCHEZ GONZALEZ YVONNE ALEXANDRA
 18 19678591 SANCHEZ CANACHE ROBERTO MANUEL
 19 19754132 SANCHEZ JHONMAR
 20 20219014 DIAZ GARCIA DANIELA PAOLA
 21 20329508 RAMOS BARRIOS GLEINY YELIANI
 22 20483107 RAMIREZ CAICEDO CARLOS ENRIQUE
 23 20614471 MADURO CALZADILLA WILMER JOSE
 24 21285147 Gamez Morales Evelyn Andreina
 25 22025251 ARAQUE PALMERO OSWAL MIKHAEL
 26 22900814 PEROZO ALVARADO AYESCA YOSIMAR
 27 22900824 PEROZO ALVARADO AUDREYYOICE
 28 23185276 CAICEDO GONZALEZ YAISON RAFAEL
 29 23711820 SOLETT CAZORLA JUAN PABLO
 30 24591709 HIDALGO COLINA BIANCA YZCAR
 31 24636660 MEDINA BENITEZ JHOCENNY ARIESKA
 32 25032313 IBARRA GAMEZ YUSLEISY CLARIBEL
 33 25120939 BORDONES OROPEZA MARYMEL NASSIRETH
 34 26838530 ESTUPIÑAN ZAMBRANO YERBI ALEJANDRO
 35 26953341 PEÑALOZA RAMON MARIO RAMON
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